¡Hola amigos!
No puedo creer que esté escribiendo esto… pero hoy me metí a la cama —sí, completamente, con sábanas y cobijas— cerré los ojos, me dormí, y de repente, después de unas horas, recordé que se me olvidó por completo enviar el newsletter! Las recetas ya estaban listas, solo me faltaba darle enviar. Obviamente salté de la cama y fui corriendo po…